Todo un descubrimiento. Leiva es una pared corta pero intensa (120-200 m.) que esconde joyas como la Carrillo, una vía de fisuras de hasta 6a+/b+ (según reseña), totalmente equipada con parabolts y que cuenta con un segundo largo de antología. Se puede bajar por una línea de rápeles a la derecha o bien caminando, también a la derecha.