Perdonad ante todo la longitud de esta epístola, pero con mi mejor intención y precisamente por respeto a todas las opiniones, me siento obligado a dar explicaciones a las inquietudes que planteáis también con respeto en este foro, que no se si es, pero parece un modo de llegar a los que parecen sensibilizados.
Entiendo la subceptibilidad de muchos con Montrebei, pero comprenderéis que no es posible, visto lo que sucede en los foros, que antes de hacer algo se intente compartir con todos y obtener su aprobación ¿quiénes son todos? ¿cómo nos ponemos de acuerdo? Simplemente imposible. Los arreglos realizados han sido hechos con la mejor intención, pero no digo que sean perfectos; a criterio de algunos habremos cometido errores, es algo con lo que de todas formas hay que contar cuando se hace algo de este tipo, ya que nunca llueve a gusto de todos, y ya sabemos que en este mundillo hacemos polémicas eternas. El que nunca se equivoca es el que no hace nada. Criticar es muy fácil y pocos lo hacen con suficiente criterio o información, juzgando y condenando demasiado rápido, escuchando solo a quien se quiere escuchar (no recuerdo que hubiese estos revuelos con otros arreglos de vías emblemáticas como la CADE de la pared de Aragón, Pere Camins o Gali Molero). Obviamente asumo la responsabilidad de lo hecho, y si la mayoría opina que nos hemos equivocado y sobra algún anclaje de reunión añadido en donde no había buriles (en la Latin solo en una R) yo mismo voy y los retiro. Tened en cuenta que una vez en la pared y en vista de lo que encuentras, tomas decisiones que no siempre son la estricta intención inicial. En mi alusión a que había hablado con Santi Llop, lo hice a posteriori, el me localizó en vista del revuelo y le expliqué lo realizado ya que no le localicé en su día. Recuerdo también antes de que alguien proteste y nos acuse de chapuceros, que esta colocación de nuevos anclajes en reuniones es una primera fase (en un día no da tiempo a todo), en un segundo trabajo la intención es limpiar toda la morralla vieja y tapar los agujeros (en la Tempesta ya lo hemos hecho parcialmente) para que la estética sea también una parte importante al recorrer estas vías emblemáticas. El hecho de referirme a arreglos y no a reequipamientos no es casual, muchas vías lo que necesitan son arreglos y restauración. Reequipar es volver a equipar, con el criterio que parece asumido de pieza por pieza. Esto, en el caso de muchas vías, como las que nos ocupan, no es lógico, ya que son vías que tienen en algunos casos 4, 5 o incluso 6 buriles por reunión (aunque algunos no lo recuerden), poner dos parabolt es más que suficiente. En los largos (que no hemos querido tocar) pasa lo mismo, hay multitud de clavos que no tienen ya sentido y que deberían quitarse; eso sería restaurar la vía para dejarla adecuada a las técnicas y material actual. El mismo criterio debería imperar a la hora de añadir algo o cambiar de lugar puntualmente si hay un pasaje marcadamente peligroso, sin esperar, como ya ha ocurrido a que ocurra un accidente o varios para actuar. Afortunadamente no es el caso de los largos de las dos vías en cuestión, que al transcurrir eminentemente por fisuras se protegen perfectamente con empotradores y friends.
En la Latin había efectivamente 2 reuniones sin buriles, la 5ª (clavo y sabina) y la 14º (gran encina). Solo en la 5º hemos añadido dos parabolt, por una cuestión de coherencia con la tónica de la vía. La R 14º se puede evitar y sigue solo con la encina, y en la R 9º la de antes de la travesía, tampoco hemos colocado nada porque esta reunión no tiene sentido. En la cumbre colocamos también dos chapas porque la sabina de salida esta seca, y si te saltas las R de la encina no llegas a las encinas de más lejos. Como la mayoría hará la reunión en la encina, he de reconocer que éstas no deberíamos haberlas puesto (éstas ya las han quitado). En cuanto a más detalles de las dos vías, al que quiera se los puedo dar.
En cuanto a la evidencia de que ahora hacen estas vías más cordadas, es normal y ha pasado con todos los arreglos o reequipamientos de grandes vías durante una temporada cuando es noticia, más cuando desde este foro se ha dado tanta difusión, ese fue el motivo de yo no querer divulgar lo realizado, y dejar que solo lo encontrase el que fuera a hacerla.
Para los que se oponen total o parcialmente a los arreglos, haré un ejercicio de cortesía y explicaré las razones y argumentos que hay para ello, teniendo en cuenta los comentarios expresados que he podido leer.
En estas vías, antes y ahora todas las reuniones estaban equipadas, a los que dan tanta importancia y les atrae la dificultad de bajarse, deben saber que la dificultad no se ha alterado, antes y ahora se puede rapelar con la misma dificultad, ya que en ambas vías arregladas, las travesías, bloques y desplomes no lo van a hacer fácil (incluso sigue siendo peligroso si la retirada te pilla muy arriba, no son vías en las que rapelar sea una solución fácil una vez bastante alto). La diferencia eso sí, es que no se acumularán un montón de cordinos viejos en la reuniones y que los anclajes son fiables (obviamente también cambia si nos atrae la idea de poder matarnos en un rápel). El hecho de que las chapas colocadas sean con anilla me parece de lo más lógico, si se pone material nuevo es natural hacerlo con lo mejor y más específico, podíamos haber colocado chapas sin anilla, pero ¿qué sentido tiene que se sigan acumulando cordinos por abandonos?. Por otra parte, en el caso de una vía con todas las reuniones bien equipadas, el hecho de colocar algún anclaje fijo más en una reunión que no lo tenía, pero los anclajes existentes están deteriorados o son poco duraderos, como una sabina pequeña que tarde o temprano se secará, es coherente y desde luego no cambia el carácter, en poca estima tendríamos estas vías si así fuera. Otro asunto muy diferente es una vía con largos y reuniones desequipadas en su mayoría, aquí si que cambiaría el carácter netamente y yo no soy partidario de añadir nada. En el caso de la Latin Brothers y otras clásicas por el estilo, si lo que queremos es cambiar radicalmente el carácter de la vía para revalorizarla, que sea más dura, laboriosa y comprometida a la hora e bajarse, quitemos absolutamente todos los anclajes, incluidas reuniones. El problema de los extremismos es que siempre hay alguien más extremista que tu, porque alguien opinará y con argumentos, que no solo hay que quitar los anclajes sino que además hay que escalar sin cuerda, descalzos y por supuesto sin magnesio. Es por ello que opino que hay que buscar el equilibrio, somos humanos, con nuestras grandezas, miserias, miedos e imperfecciones, no hay dos personas iguales y tampoco dos escaladores que tengan en todo exactamente la misma opinión, por lo que debemos buscar un equilibrio que no va a contentar a todos, pero que todos puedan respetar.
La opinión de que los autores no son dueños de la vía también la he compartido siempre, aunque la costumbre sea consultarles. Esto es a además en algún caso un problema insalvable ya que algunos aperturistas son totalmente radicales y posesivos de “sus vías” (no es el caso de éstas). Al ser la vía un bien común, el equipamiento de las vías no puede ser una constante inalterable; es susceptible de envejecimiento o cambio por mejoras en el material o criterios más acertados. De hecho si no consideramos a los aperturistas como los dueños ¿por qué consideramos el equipamiento dejado como dogma de fe e intocable? más sabiendo que a veces, las vías se han acabado deprisa y corriendo o con una carencia de material por alguna circunstancia (incluso reconocido por ellos). Una apertura poco afortunada en algún punto o contradictorio con el estilo de la vía; de la misma forma los aperturistas pueden haberse pasado metiendo material innecesario o colocado las reuniones en sitios claramente inadecuados, peligrosos o poco operativos, no nos olvidemos que sobre todo antes se hacían los largos más cortos en general y que los avances en material permiten hoy modificar en los largos claramente a la baja el material fijo como clavos o anclajes de expansión y en muchos casos hacer largos más largos. Supongo que los comités de reequipamiento que deberían estar formados por escaladores de experiencia internacional, tendrían que establecer los criterios en cada caso que se quiera modificar. La idea sencilla y admitida generalmente de cambiar buril o spit por un anclaje moderno es una base de partida, pero hay vías en las que habría que estudiar cambios más profundos, tanto para quitar como para poner o modificar. Es en mi opinión el caso de un montón de clavos innecesarios que equipan las paredes, con las herramientas actuales se deberían dejar solo los imprescindibles para no tener que clavar (estoy refiriéndome solo a las vías de escalada libre). Si alguien mete y deja fijos más clavos de los necesarios en una vía, a nadie parece importarle (al menos en este país), como si eso no restase dificultad, pero añadir un anclaje de expansión puntualmente en un pasaje claramente peligroso, parece una aberración aunque éste sea más necesario que los clavos añadidos. Las vías clásicas y no tan clásicas de Montrebei son un claro ejemplo, desde la primera vez que las hice hace muchos años, los clavos se han prodigado generosamente, son más rápidas y fáciles y esto no parece preocupar, pero si alguien añadiese una chapa puntualmente sería demonizado inmediatamente.
Este es por tanto otro objeto de debate en mi opinión: el tratamiento de los clavos como anclajes fijos. De hecho algunos lo son, porque no se pueden sacar o sacarlos implicaría hacer un destrozo. Hay una condena generalizada sobre los anclajes de expansión, considerando sin embargo éticos los clavos, en mi opinión un clavo fijo es admisible, pero clavar y desclavar con el destrozo de grietas (sobre todo en caliza) que conlleva es un contrasentido ético si lo que queremos es preservar la roca, en muchos casos hacemos más daño que el que supuestamente se hace con un anclaje que requiera taladrar, solo hace falta ver como están las grietas en las reuniones y largos de las vías más repetidas. Si nos preocupa tanto el tema ético de los anclajes, solo los empotradores y friends son éticos. De hecho hay aperturistas que hacen gala de no usar expansiones en su vía como ejemplo de ética, y sin embargo en estas vías se clava y se desclava, con el resultado que a largo plazo significa. Es un esfuerzo meritorio, pero éticamente no se sostiene si se hace por “no dejar huella” ya que no es en absoluto escalada “limpia”. Siempre he recelado de las “éticas estrictas” que con frecuencia se amoldan a los gustos de una persona, grupo o comunidad; como comenté antes, el problema de los extremismos es que siempre hay alguien más lejos que tú.
El caso de las reuniones es quizá el más sencillo de resolver y que yo ya creía resuelto, la idea de que una reunión tiene que ser segura a prueba de bombas y duradera en el tiempo me parece tan obvia después de 32 años escalando, que el solo debate se me hace un poco ridículo. He escalado en prácticamente todas las grandes paredes de la Península y en muchas de los Alpes, y hacer grandes vías de maestros actuales como Piola, Steiner, Michel Cambon o incluso los hermanos Remy enseña bastante (también podría citar aperturas más o menos recientes como “Sin Perdón” de otro maestro más cercano A.G. Picazo). Las reuniones se aseguran por sistema con dos anclajes de expansión, aunque pudiese hacerse con otros anclajes alternativos, pero si habéis hecho alguna de sus vías ya sabéis lo que hay en muchas de ellas, o escalas de verdad o no subes, la exposición suele ser alta y a veces no apta para cardiacos ¿pierde compromiso la vía por tener las reuniones con anclajes de expansión? lo más mínimo, y no estoy hablando de paredes más o menos de escuela, sino de lugares como el Eiger, Blaitière, Kingspitze, Wellhorn, Rothorn o El Dorado. En los largos te puedes dar unos vuelos de infarto, pero la reunión seguro que aguantará, es lo menos que deseamos los que amamos la escalada y deseamos vivirla intensamente y no sobrevivirla. Confundir la dificultad con el peligro mortal que pueden implicar reuniones inciertas es una forma sesgada de entender el compromiso, más en estas vías, donde en muchas de ellas abandonar va a ser en el mejor de los casos una buena “movida” aunque tenga las reuniones bien equipadas. Curiosamente son los clavos el anclaje menos utilizado por estos aperturistas, algo lógico por la cantidad de accidentes mortales producidos en los Alpes por reuniones o rápeles arrancados. En vías como “El canto del Cisne” del Eiger o “Fidel fiasco” de la Blaitière por poner dos ejemplos conocidos, los clavos son algo anecdótico (las dos tienen 2 chapas por reunión) y se pueden hacer solo con empotradores y friends. Ya se que en muchas de nuestras paredes no tenemos el problema de la expansión de las grietas por meteorización, pero en nuestras blandas calizas si tenemos el problema de resistencia y deterioro de las grietas. Puede dar la impresión de que estoy en contra de los clavos y a favor de las chapas, no es eso, simplemente que tengamos la mente abierta a todos los recursos disponibles y consigamos ese riesgo controlado que deseamos y que pretende toda la parafernalia técnica que empleamos, buscando la seguridad necesaria en los anclajes sólidos y duraderos de las reuniones, pero con un compromiso de limpieza en los largos.
¿Cúal es la idea de poner un anclaje de protección antes, ahora y siempre? Buriles, clavos o lo que hubiese en cada época siempre han tenido la finalidad de aguantar una posible caída y evitar un accidente por eso se les llama también “seguros”. En cada momento se ha usado lo que se consideraba mejor dentro de lo práctico. Por otra parte está la duración de los mismos; cuando se abría antes una vía esto no era por lo general una prioridad. El material y la mentalidad evoluciona y lo que disponemos hoy en día permite tanto una gran resistencia como una larga duración, y también poco a poco va cambiando la mentalidad, en vez de abrir una vía de cualquier forma con tal de pasar por allí y decir que has abierto esa vía, cada vez más se piensa en que quede una buena vía para que los demás escaladores puedan disfrutar de ella. Por supuesto que a la vez disponemos de un material excelente que permite menos material fijo y una escalada más limpia, esto hay que aprovecharlo al máximo, es decir, no colocar anclajes fijos sin sentido (incluidos clavos) y hacer una escalada más creativa, pero tampoco nos debería temblar la mano a la hora de usarlos con el objeto de hacer la vía más coherente o menos peligrosa. Un ejemplo para la reflexión sería una sección en una vía de escalada libre en la que un muro que saldría en libre difícil, no se puede proteger con garantías para este tipo de escalada si no es a costa de arriesgarse a un vuelo muy peligroso. Una vez abierto por ejemplo con 6 puntas de clavos en A3 tenemos tres opciones, dejarlo tal cual, desclavarlo para que se lo curre el que llegue o por ejemplo colocar 2 anclajes de expansión para que se escale en libre o al menos se intente (imaginemos 6b/A0 o 7ª). A mi entender, si la vía es eminentemente libre, la última opción no solo es la más elegante, sino la estéticamente menos impactante (sería diferente si la vía es eminentemente artificial, pero ese es otro tema); visualmente solo dos chapas en medio de muro dejan la opción de los clavos bastante chapucera. Con todas estas reflexiones, lo que quiero sugerir es que tenemos toda una caja de herramientas que debemos usar sin desestimar ni reverenciar ninguna, equilibrio como siempre es la clave.
Soy consciente después de todo que hay multitud de visiones de la escalada y más dentro de los ámbitos locales, yo me remito a una idea más universalmente generalizada en la renovación y apertura de vías de escalada libre en los grandes macizos; pero evidentemente nadie es poseedor de la razón absoluta, todos tendremos siempre argumentos respetables, ya sean moderados o extremistas, es por ello que hay que llegar a un punto aceptado por la mayoría y que todos podamos respetar. Los argumentos expuestos quiero que sean una simple llamada a la reflexión y a la moderación.