La tétrica cara norte del Margalida esconde uno de los itinerarios de escalada artificial más bonitos de los Pirineos. O eso parece por la línea. Su trazado es elegante, directo y con ambiente. Con diferencia se trata del más duro itinerario de toda la pared y fue abierto en invierno del año 1996 por Eloi Callado, David Tort y Pere Vilarasau. Se ha probado en libre y finalmente se liberó toda la vía (7c) y en las sucesivas repeticiones los grados de artificial han sido decotados en condiciones menos invernales. Incluso Jordi Corominas consiguió repetirla en el día...